De 1844 a 1848, Mercedes plasmo en las páginas de este diario todos aquellos sucesos que impresionaron a su espíritu juvenil, desde lo arrebatos del entonces mandatario Antonio López de santa Anna hasta el reino de las tropas estadunidenses de la ciudad de México. Mercedes, perteneciente a una familia acomodada de la época que vivían sin sobresaltos, observa como paulatinamente sus seres queridos van involucrándose en la guerra y como sus historia ceban entretejiendo, en mayor o menor grado, con el destino de los personajes históricos que todos conocemos.
PABLO BARRAGAN
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